En el campo de la ecología, las maravillosas condiciones naturales de Mendoza -baja humedad, baja presencia de malezas y plagas- hacen posible que el impacto de nuestros cultivos sea muy bajo. Esto es bueno no solo para la naturaleza, sino también para la comunidad, los trabajadores y los consumidores.
Además de eso, hacemos nuestro aporte a disminuir el CO2 del planeta gracias a nuestras 80.000 vides y a los miles de árboles de nuestra finca.